Las ciudades ya no son lo que eran, y eso es buena señal. Porque mientras el tráfico, la energía o la gestión de residuos se vuelven más complejos, la tecnología avanza para dar respuestas concretas y eficientes. En Purple Blob trabajamos precisamente en ese punto de encuentro entre lo urbano y lo digital, creando sensores e interfaces que convierten datos en decisiones.
En este blog te contamos cómo lo hacemos, qué retos hemos aprendido a resolver y por qué estas soluciones ya no son cosa del futuro, sino del presente.
1. Diseño de sensores según el problema, no al revés
El primer error habitual es intentar encajar un sensor genérico en un problema concreto. Nosotros vamos al revés: empezamos por entender el entorno y la necesidad, ya sea control de aforo, calidad del aire, movilidad o iluminación inteligente.
A partir de ahí diseñamos sensores adaptados a:
- Condiciones climatológicas del lugar
- Requisitos de conectividad (LoRa, NB-IoT, 5G…)
- Consumo energético según la frecuencia de uso
- Coste y facilidad de mantenimiento para ayuntamientos o entidades públicas
El objetivo no es solo medir, sino hacerlo con fiabilidad, bajo coste y en tiempo real.
2. Interfaces que entienden personas, no solo técnicos
Un sistema de sensores sin una buena interfaz es como una orquesta sin director. En Purple Blob desarrollamos interfaces visuales, simples y adaptables que permiten entender rápidamente qué está pasando y qué decisiones tomar.
Usamos plataformas propias como Dédalo para desplegar dashboards sobre infraestructura cloud, con funcionalidades como:
- Mapas en tiempo real
- Alertas automáticas según umbrales definidos
- Históricos de datos para detectar patrones
- Acceso por roles para distintos perfiles (técnicos, responsables municipales, etc.)
La clave está en que no necesitas ser ingeniero para saber si algo va bien o mal.
3. Integración total: sensores, plataforma y mantenimiento
Uno de los grandes retos de las ciudades inteligentes es que muchas veces cada parte está hecha por un proveedor distinto. Eso genera cuellos de botella, fallos de comunicación y mucho gasto.
En Purple Blob ofrecemos una solución integral:
- Desarrollo o selección del sensor adecuado
- Conexión con redes seguras y escalables
- Plataforma visual para la gestión
- Soporte y evolutivos continuos
Así conseguimos que los datos pasen de ser algo abstracto a una herramienta real para mejorar la vida de las personas.
Las ciudades más inteligentes no son las que más datos generan, sino las que mejor los usan. En Purple Blob lo tenemos claro: si algo no se ve, no se entiende; y si no se entiende, no se usa.
Por eso desarrollamos sensores e interfaces que ayudan a tomar decisiones rápidas, sostenibles y basadas en datos reales.
¿Te gustaría que tu ciudad también diera el paso? Hablemos.