Pedir una subvención pública puede parecer una oportunidad sencilla para hacer crecer tu negocio o digitalizar tu ayuntamiento. Pero si ya te has enfrentado al papeleo, las bases legales o la justificación final, sabes que no es tan fácil como suena. Ahí es donde muchas organizaciones se plantean contratar una consultora.
Pero, ¿de verdad te lo hacen todo? ¿Vale la pena la inversión? ¿En qué partes del proceso te puedes relajar y en cuáles no tanto?
En este post te contamos qué puede (y debe) hacer una consultora por ti cuando se trata de subvenciones… y también qué cosas siguen siendo tu responsabilidad.
✅ Lo que sí puede hacer una consultora por ti
1. Buscar subvenciones activas y ajustadas a tu perfil
Una buena consultora se mueve con agilidad y está al día. Esto significa que pueden detectar convocatorias incluso antes de que tú te enteres. Y no solo eso: te ayudan a entender cuáles realmente encajan contigo, según tu sector, tamaño o tipo de proyecto.
2. Redactar y presentar la solicitud
Una de las partes más tediosas (y críticas) es traducir tu idea o necesidad en el lenguaje burocrático que exigen las bases. Una consultora:
- Redacta las memorias técnicas y justificativas
- Rellena formularios complejos
- Se asegura de que no falte documentación
- Presenta la solicitud en plazo
3. Acompañarte durante el proceso de valoración
Algunas subvenciones requieren aclaraciones, correcciones o incluso entrevistas. Una consultora te prepara, te asesora y responde por ti ante cualquier incidencia.
4. Justificar la subvención si te la conceden
Una vez aprobado el proyecto, hay que justificarlo. Aquí una consultora te ayuda a:
- Preparar informes de seguimiento
- Subir las facturas correctamente
- Justificar los pagos y los objetivos alcanzados
- Evitar errores que puedan hacerte devolver el dinero
❌ Lo que no puede hacer una consultora por ti
1. Inventarse un proyecto que no existe
Si tu empresa o entidad no tiene un plan real, ni un equipo que lo sustente, la consultora no puede inventárselo. Pueden ayudarte a enfocarlo, pero la idea, la motivación y el compromiso tienen que venir de ti.
2. Garantizar que te van a conceder la subvención
Nadie (absolutamente nadie) puede garantizarte que te den la ayuda. Aunque una buena consultora mejore mucho tus probabilidades, la decisión siempre depende de la administración convocante.
3. Hacer el trabajo técnico por ti (si no lo has contratado)
En muchos casos, la consultora acompaña en la solicitud de la ayuda, y el desarrollo lo realiza otro equipo. En Purple Blob, al contar con ambos perfiles —consultoría y desarrollo—, podemos intervenir en distintas fases del proceso, siempre cumpliendo con los requisitos legales de cada convocatoria.
4. Justificar gastos que no tienen respaldo
Si no hay facturas, si los pagos no están claros o si el proyecto no se ejecuta según lo previsto, la consultora no puede arreglarlo con «magia». La trazabilidad es clave. Y tú eres el responsable legal del gasto.

En Purple Blob hemos acompañado a distintas entidades públicas en todo el recorrido: desde la redacción de pliegos técnicos, hasta la gestión, ejecución y justificación de ayudas como el Kit Digital o subvenciones municipales.
Contar con una consultora puede marcar la diferencia entre conseguir una ayuda o no. Entre pasar semanas bloqueado o tenerlo todo claro desde el minuto uno. Pero no olvides: su papel es acompañarte, no sustituirte.
Si tienes un proyecto en mente y quieres saber si encaja con alguna ayuda actual, en Purple Blob podemos ayudarte.
Y si ya cuentas con una subvención, también podemos encargarnos del desarrollo técnico: desde una nueva web, hasta plataformas personalizadas o integraciones completas con Odoo.
📌 Escríbenos y analizamos tu caso.