Por Bingen Garate, diseñador gráfico en Purple Blob.
Existe cierta confusión entre el diseño de experiencia de usuario y el diseño de interfaces.
La experiencia de usuario es el resultado de sus acciones, reflexiones y sentimientos mientras maneja una aplicación, incluyendo por supuesto su contexto anterior y posterior a dicha interacción.
Si en algún momento te planteas la posibilidad de realizar UX (User Experience) debes tener claro que éste se basa en tres procesos imprescindibles: investigación, diseño y evaluación.
La investigación debe contemplar todos los apartados referentes o sensibles de afectar a la experiencia del usuario: usuarios objetivos para el uso de la aplicación; entorno físico, virtual, de organización; necesidades y metas.
El diseño, apartado más conocido por todos, se refiere al desarrollo de los materiales necesarios para la construcción de nuestra experiencia.
Por último la evaluación nos permite contrastar los resultados obtenidos mediante el uso de prototipos en nuestros usuarios objetivos, de esta manera detectamos si la interacción y sus resultados concuerdan con los índices de resultados y metas esperadas en el inicio del desarrollo.
Si nos fijamos en el segundo apartado, el diseño, podemos concretar que el diseño de interfaz de usuario queda englobado en éste. Pero no debemos confundirnos, la interfaz no es única y exclusivamente gráfica, sonidos, texturas y otras características se ven incluidas. De esta manera podemos concluir que la UI (User Interface) es una parte muy importante de nuestra experiencia, siempre formando parte de la misma y no siendo un término externo.