Como la señalética pasó de las calles a nuestro móvil.

Por Bingen Garate Diseñador Gráfico en Purple Blob.

Todos las hemos visto y todos las hemos utilizado. La señalética responde a la necesidad de dar una información de forma eficaz y precisa, dando uso a las formas y colores buscando la inmediata atracción y su entendimiento en cuestión de milésimas.

Los contextos en los que la señalética se practica son complejos, y es en estos entornos dónde se aplican reglas, cada vez más diluidas gracias a la globalización y la red de redes, basadas en la cultura y conocimientos. Hay que ser especialmente cuidadoso en el camino a seguir para comunicar las instrucciones, buscando siempre la mayor universalidad posible. Un ejemplo de ésto a día de hoy se da en el campo del control de tráfico, consiguiendo un consenso general que se imparte de forma global. 

Por tanto, queda claro las dos principales características de la señalética (y por ende la señalización, sin ser ambos conceptos equivalentes), la claridad y la precisión.

Te preguntarás, ¿qué tendrá que ver las normas viales con mi teléfono móvil? Bueno, no sólo tu móvil ha heredado gran parte de todo esto, cualquier pantalla, centro de mando o interfaz en general ha tenido que ser filtrada por gran parte de estas normas.

El desarrollo de interfaces en una escala como la actual, compartiendo millones de datos de información y utilizando el mismo canal para su transmisión, se ha convertido en todo un reto, solo afrontable mediante el uso de metodologías y conocimientos como el aplicado en la señalética. La necesidad de resultados rápidos y un mayor grado de satisfacción se traduce en conceptos, botones e interacciones basadas en un número reducido y ordenado de acciones, dando uso a grafismos sencillos y precisos, que eviten en la mayoría de lo posible el uso de idiomas limitantes o contextos cerrados.

La problemática aquí viene de la incalculable cantidad de información que puede ser transmitida a través de dichas interfaces y sus numerosos usos, haciendo de cada proyecto que requiera de un nuevo reto para el diseñador y un problema menos para el entendimiento global.

Como la señalética pasó de las calles a nuestro móvil.